Dirigida por Ruben Fleischer; con Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Dave Franco, isla Fisher y Rosamund Pike. 112 mins. (Corazón Films)
Por Julio Cortés
La película de 2013 Now You See Me contaba con un argumento atractivo, por lo menos al leerlo: un grupo de ilusionistas se dedican a robar bancos durante sus presentaciones, y recompensan al público asistente con el botín. Pero el filme en sí no era muy trascendente o emocionante. Sin embargo, tuvo una secuela en 2016, igual de tibia en intensidad, pero que demostró que había cierto número de seguidores a las aventuras de esos magos, interpretados por buenos actores, como Jesse Eisenberg, Woody Harrelson y Dave Franco. Casi diez años tuvieron que pasar para que ahora llegue a los cines una nueva cinta en la serie, Los Ilusionistas 3 (Now You See Me: Now You Don't), la cual, sin duda, es la más entretenida.
Daniel Atlas (Eisenberg), Merritt McKinney (Harrelson), Jack Wilder (Franco) y Henley Reeves (Isla Fisher), ilusionistas conocidos como Los Cuatro Jinetes, son reclutados nuevamente para una misión compleja. Ahora deben infiltrarse en una compañía minera para robar un diamante que está en poder de Veronika Vandenberg (Rosamund Pike) y exponer la corrupción de ésta. Pero además, Daniel, Merritt, Jack y Henley deberán de trabajar con Charlie (Justice Smith), Bosco (Dominic Sessa) y June (Ariana Greenblatt), quienes conforman una nueva generación de ilusionistas.
Esta película es una mezcla de las secuelas de la saga de Ocean's Eleven (protagonizadas por George Clooney y Brad Pitt) y las de The Fast And The Furious (con Vin Diesel). Las nuevas generaciones no están obligadas a conocer esos filmes, pero describiré aquí la fórmula: en cada cinta de la serie que se va estrenando, al elenco principal -de dos o tres actores- se le van agregando integrantes. El presupuesto aumenta, y con ello las misiones de la banda generalmente son en países más lejanos y exóticos. El toque final es un villano -o villana- que se luce con sus fechorías, y en algunas ocasiones resulta ser un pariente -lejano o cercano- a uno de los protagonistas. Con algunas retorceduras, esa receta no falla para las superproducciones del verano o el otoño.
Lo que hace buena a Los Ilusionistas 3 es que Los Cuatro Jinetes no son odiosos, sino desenfadados. Vestidos elegantemente, nunca caen en la violencia, sino que recurren a sus trucos para enfrentar los obstáculos que se les presentan (en esta ocasión les hacen ver su suerte en un gigantesco tanque de agua). Morgan Freeman aparece como Thaddeus Bradley, el mentor en la sociedad secreta The Eye, y su personaje trata de disimular la ausencia por el que hacía Michael Caine (un actor actualmente retirado). Isla Fisher siempre luce muy bella, pero quien resulta irresistible es Pike, decidida a quedarse con un gigantesco diamante, ignorando una sorpresa que le tiene uno de los magos. La escena en la que ella aparece con Harrelson en un cuarto de interrogatorios es emocionante y efectiva.
El director Ruben Fleischer ya había trabajado con Woody Harrelson en las excelentes cintas Zombieland y Zombieland: Double Tap, pero aquí logra que la película corra rápido, sin ningún momento aburrido (tal vez el único punto negativo sean los nuevos personajes, un tanto arrogantes y verdes en cuanto a experiencia junto a Los Cuatro Jinetes). Lo mejor de Los Ilusionistas 3 es un detalle en el que decenas de realizadores no se fijan desde hace más de dos décadas: el que cualquier persona que vea esta cinta, sin conocer los dos primeros filmes de la saga, entienda perfectamente el argumento. En una época en la que las producciones de Star Wars, Disney, Dreamworks y Marvel resultan incomprensibles sólo si uno ve una cantidad considerable de filmes previos y series en streaming, lo que se ofrece aquí resulta más que un respiro de alivio para el espectador casual.
👍👍👍
Fotografías: Cortesía Corazón Films


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