Dirigida por Scott Derrickson; con Ethan Hawke, Mason Thames, Madeleine McGraw, Jeremy Davies y Demián Bichir. 114 mins. (Universal Pictures)
Por Julio Cortés
Hace cuatro años la película The Black Phone resultó un éxito sorpresivo, en gran parte porque era bien dirigida por Scott Derrickson y mostraba un perfil poco conocido del actor Ethan Hawke, como un temible villano enmascarado llamado The Grabber (El Raptor), que secuestra niños, entre ellos Finn (Mason Thames). Era lógico que los buenos resultados en taquillas de ese filme -un thriller con toques sobrenaturales y violencia psicológica- dieran pie a una secuela, Teléfono Negro 2 (Black Phone 2), en la que regresan las estrellas principales, aunque el resultado ahora al salir del cine es bastante distinto.
Thames vuelve a interpretar a Finn, un joven que ahora tiene 17 años y que lucha por sobrellevar su vida después de haber acabado con El Raptor. La hermana de Finn, Gwen (Madeleine McGraw), comienza a recibir llamadas en sus sueños a través del teléfono negro y a tener visiones de tres niños acechados en el campamento de invierno Alpine Lake. Así, Finn y Gwen se deciden a resolver el misterio, pero descubren que El Raptor resulta ser más importante para ellos de lo que jamás imaginaron.
No es muy difícil planear el argumento de una secuela que muestra a un personaje que murió en el filme original (y con ello no estoy revelando ningún detalle clave de esta película), ya que lo único que queda es convertirlo en una especie de Jason Voorhees, Michael Myers o Freddie Krueger; éste último es el que más se asemeja a El Raptor. Eso podría provocar risas involuntarias en el público, pero lo que evita eso es la interpretación de Hawke, quien resulta muy temible, a pesar de su poco tiempo en pantalla. Derrickson sabe que una película de violencia logra un toque siniestro en un entorno a bajas temperaturas, y utiliza elementos como el campamento, la nieve, la oscuridad y un efectivo lago congelado, por lo menos en las escenas de acción.
El problema es que ni el villano ni Finn son los protagonistas aquí, sino la hermana de este último. Ese personaje no logra del todo llevar adecuadamente el peso de la película, y es parte central de un conflicto muy menor en comparación con el de la primera cinta. Muchos pensarán que en un filme donde se muestran sueños éstos no serán memorables, pero aquí el efecto es lúgubre y misterioso, con imágenes de Super 8 que parecen sacadas de un trabajo de David Lynch. Esos detalles técnicos son los que compensan un argumento que pasa a ser deficiente en la recta final.
Mason Thames es uno de los actores más populares actualmente, pues también protagonizó la exitosa How To Train Your Dragon (no precisamente una de mis películas favoritas este año), y es improbable que regresara a una tercera parte de Black Phone, simplemente porque es una historia que ya no da más. Lo mismo para Ethan Hawke, a quien le gusta experimentar en filmes de diversos géneros, pero no con fórmulas muy comprobadas. Teléfono Negro 2 resulta atractiva para quienes vieron la primera parte, pero después se convierte en una serie de secuencias interesantes, más no memorables. El Raptor usa una máscara, por lo que muchos actores de Hollywood podrían interpretarlo. El problema es que para entonces el impacto ya se habría perdido por completo.


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