Dirigida por Joseph Kosinski; con Brad Pitt, Damson Idris, Javier Bardem y Kerry Condon. 155 mins. (Warner Bros. Pictures)
Por Julio Cortés
La promoción de la película F1 comenzó desde hace casi dos años, cuando se dieron a conocer fotografías de Brad Pitt en distintas competencias de Formula 1 alrededor del mundo, además del presupuesto del filme (casi 300 millones de dólares) y las propias declaraciones del actor, en las que daba con detalle el argumento de la cinta. Con esos antecedentes, era lógico que la gran prueba para el director Joseph Kosinski (conocido por películas como Oblivion y Tron: Legacy) era presentar un trabajo digno y que con suerte se regresara la inversión.
Sonny Hayes (Pitt) fue el piloto más prometedor de la Fórmula 1 en los años 90, hasta que sufrió un aparatoso accidente. Ahora vive en su camioneta y va de un lugar a otro, pero un día lo encuentra su amigo Rubén Cervantes (Javier Bardem), quien fue su compañero en las pistas y ahora dirige un equipo de F1 en problemas. Rubén convence a Sonny para que logre que la escudería tenga victorias, pero debe de competir junto a Joshua Pierce (Damson Idris), un joven piloto que está decidido a marcar su propio ritmo, y que ve como una amenaza al veterano Hayes.
A pesar de su larga duración, F1 (o Formula 1) es una película muy dinámica, con el Brad Pitt que no es arrogante; el mismo que vimos en Babel, World War Z y Moneyball. Su personaje de Hayes es un piloto con experiencia que no oculta las fallas que cometió y que intenta poner en su lugar a Pierce, un novato que aún no vislumbra que habrá una decadencia en su carrera. Bardem brilla como Cervantes, quien casi siempre confía en el potencial de su amigo, al grado de buscarlo hasta en una lavandería. Resulta gracioso ver una imagen que muestra un tabloide de los 90s en los que aparecen ambos pilotos; los diseñadores del filme buscaron una fotografía de Brad, probablemente en la película Cutting Class, y de Javier en la época de sus trabajos con el director Bigas Luna.
Las secuencias durante las carreras de autos son espectaculares y hábilmente filmadas por Kosinski; la bella Kerry Condon brilla como Kate McKenna -el interés romántico del protagonista- y hay también muchos cameos de estrellas de la Formula 1, como Max Verstappen, Carlos Sainz Jr., Sergio Pérez, Charles Leclerc y Nyck de Vries, por citar tan sólo a algunos (Lewis Hamilton es alguien decisivo en el argumento, por razones que aquí no revelaré).
Hay también inevitables escenas que sirven para promocionar los productos de patrocinadores, pero lo esencial es que el director no se centra en el glamour del público en las carreras, sino en el trabajo de los pilotos y de los miembros de las escuderías (algo que no trató bien la cinta Days of Thunder, pero sí Ford v Ferrari). Si a eso le sumamos un potente soundtrack -lleno de buenas canciones y grandes estrellas-, tenemos un gran espectáculo, y una de las mejores películas del año. No te la pierdas.
👍👍👍👍
(Fotos: Warner Bros. Pictures)
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