Ellie Goulding estuvo presente este año con dos sencillos de contenido desigual, pero brillantes. Mientras que Close To Me era un tema pop romántico, Hate Me (un dueto con Juice WRLD) la mostró con una imagen mucho más sexy, y contaba con una letra agresiva. La canción se convirtió en un hit menor a lo largo del verano, y aunque no es comparable con el estilo tecno-pop que Goulding logró en su álbum debut hace ya ocho años, fue un buen esfuerzo de ella por mostrarse presente ante un gran grupo de jóvenes cantantes que han aparecido en la escena después que ella. Es mucho mejor a lo que lanzó Katy Perry en 2019, lo cual ya es algo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Tienes un comentario a algún post? Compártelo aquí