A lo largo de varios años el éxito de Taylor Swift ha ido en ascenso; de hecho, desde el 2010 se le puede considerar una estrella en la cima (creo que la he incluido en conteos anuales con más de diez canciones), pero hasta este año, su estilo era country o country-pop. Swift tomó una decisión inevitable a estas alturas: hacer el crossover hacia el pop con el CD Red (uno de los más populares este año, de hecho se encuentra en el número uno), cuyos arreglos fueron muy buenos. Para ejemplo el del sencillo We Are Never Ever Getting Back Together, con influencia de los hits producidos por Robert John Mutt Lange. Esta canción ocupó el primer lugar al término del verano en EU, y tiene uno de los coros más pegajosos en la larga lista de éxitos de Taylor. Claro que sus letras (aparentemente autobiográficas, lo cual dudo) son desechables, pero en esta artista todo el paquete del marketing es lo que cuenta.
Este tema fue presentado por Mister Eco el 29 de septiembre
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