Como muchas otras bandas de rock surgidas a mediados de los dosmiles, el cuarteto Paramore obtuvo éxito mundial gracias a la fiebre emo; ya ha pasado media década, tal vez unos años más, y ese ciclo se refleja en que los niños y adolescentes (obviamente no todos) fans de entonces prefieren olvidar a los grupos que les gustaban, u ocultar esas preferencias. Pero su música está ahí: una es buena, otra es mala, y en el caso de Paramore, me parece que un CD (Riot!, de 2007) es bueno, pero el segundo sufrió de una sobreproducción, por lo cual tenía muy pocos temas acertados -en el buscador del blog seguro y encuentran alguno-. La cantante Hayley Williams quería ser una segunda versión de Gwen Stefani (realmente le faltaba mucho), pero cuando el grupo lograba cierta espontaneidad (mas no frescura) producía muy buenos tracks, como Crushcrushcrush, el tercer single de Riot! lanzado a principios del 2008. Paramore consiguió muchas cosas: nominaciones al Grammy (como Revelación), al premio MTV, sencillos en el Top 40 y éxitos en las listas de música Alternativa (como éste), además de un empujón gracias a temas de películas (Twilight, Transformers), pero al igual que Evanecence, los graves conflictos internos entre integrantes de la banda y la vocalista provocaron la salida de éstos, por lo que su carrera se interrumpe, se vuelve discontinua y nunca volverá a tener el éxito de antes; en pocas palabras, es un producto de su época. De manera aislada, Crushcrushcrush (con todo y su video a-la-The Hills Have Eyes) es un gran track, injustamente olvidado.
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