George Michael estuvo muy grave el año pasado, y esa experiencia cercana a la muerte es de la que trata su nuevo sencillo White Light. Es una canción muy buena, mas no excelente, y fue la sensación en la ceremonia de clausura de los pasados Juegos Olímpicos; merecidamente ya ocupó el Top 20 en el Reino Unido. Michael se asemeja a Peter Gabriel, David Bowie o Sting en que se tarda demasiado en grabar, pero este tema bailable cuenta con sus ya famosos arreglos, impecables y sofisticados, perfectamente distinguibles. White Light -en cuyo videoclip aparece una famosa modelo- está en la misma línea de Precious Box, una canción que George grabó en 2004, pero que era muy superior.
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