El álbum 21, de Adele, ha marcado su conquista a nivel mundial. Es una acertada colección de temas de esta bella cantautora inglesa (particularmente me gustó mucho su versión al clásico Lovesong, de The Cure). El estilo de Adele es predominantemente pop, pero con toques de soul y blues, con una interpretación excelente. El sencillo Rolling In The Deep fue cocinándose a fuego lento desde hace un año, y finalmente ocupó el primer lugar en Estados Unidos durante muchas semanas. ¿Por qué Adele ocupa el lugar 31 en los cien de Las Notas De Mister Eco del 2011? Por varias razones: a) el CD ya tiene otros sencillos de éxito muy acertados que injustamente no han sido programados en la radio en México; b) Rolling In The Deep pasó a convertirse en un fenómeno semi-snob de la misma forma que Losing My Religion para REM hace veinte años, alejado de la propuesta original de la cantante, y c) simplemente, que la primera impresión nunca se olvida, y Adele impactó desde 2008 con su álbum debut, 19, y el sencillo Chasing Pavements, ganando el Grammy como Revelación (terna en la que venció a los Jonas Brothers). Puedo dar varios ejemplos de artistas cuyo primer álbum es igual de bueno que el segundo, pero este último es el que explota en Estados Unidos: Paul Young, Alison Moyet, Amy Winehouse y Sinead OConnor (no así Terence Trent DArby). Por eso el éxito de Adele es admirable y muy merecido, pero también un poco sobrevalorado y arropado por muchos asiduos a los productos de easy listening.
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