Hay canciones que llegan a ser éxitos en toda la extensión de la palabra, gracias al público. El tema Unbelievable, del grupo inglés EMF, fue ascendiendo en las listas poco a poco, hasta ocupar el número uno en los charts de baile y, sorprendentemente, en el Hot 100 del Billboard. La banda hacía una efectiva combinación del rock duro con el acid house, tan imperante en los raves de aquella época. Recuerdo que en concierto (en México) EMF tenía una enegría algo parecida a la de The Prodigy, y abrió el camino a los conciertos en nuestro país en un año decisivo para esa meta. EMF no es un One Hit Wonder, pero su propuesta se fue didipando poco a poco en los noventas, hasta que, simplemente, se les secaron las ideas. ¡Cómo escuché el CD Schubert Dip en aquel tiempo!
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