Esta bella chica originaria de Georgia era una de las grandes promesas en 1998 (para mí uno de los mejores años de los 90s en materia musical), y llegó al tercer lugar de las listas de Billboard con este tema que en un principio no tuvo mucha programación, pero tras ser incluido en una película de Reese Withersoon llamada Cruel Intentions -adorada en esa época por las adolescentes-, subió como la espuma. Su segundo álbum, del 2001, fue un fracaso, y en 2008 lanzó un CD de forma independiente. Tal vez muchos hayan olvidado lo buena que era esta cancón, pero aquí está, para recordárselos.
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