El álbum Sweetener, de Ariana Grande, fue de los más esperados del año y también resultó ser uno de los mejores. Con una buena selección de sencillos y una variedad de productores, el CD mostró a la juvenil cantante como una intérprete versátil en su mejor trabajo: muy pop y comercial, pero con un puñado de sensacionales tracks, como el primer single, No Tears Left To Cry. El aclamado video del tema fue de los más programados por MTV este año, y aunque la canción se fue hasta el segundo lugar del Hot 100, Ariana no se imaginaba que el mayor hit de su carrera estaba por venir meses después.
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