Hace diez años, la cantante canadiense Nelly Furtado dominaba las listas con su álbum Loose, que fue uno de los mejor vendidos ese año. Competía con Rihanna, Britney Spears, Pink y Christina Aguilera, luego de cambiar radicalmente de estilo musical hacia uno más bailable y pop (algo extraño, tomando en cuenta que en el 2000 había debutado con el público de Modern Rock como principal nicho de marketing). La receta secreta de todos los singles de éxito de Loose fue la producción de Timbaland, con ritmos marcados y coros realmente irresistibles; el track Promiscuous llegó hasta el número 1 del Hot 100, convirtiendo a Nelly en una artista imparable por aquel tiempo, ya que diversas acciones hicieron que su fama se disipara en 2009 con la llegada de Lady Gaga y Katy Perry; después ya nada fue igual para ella, pero Promiscuous era especial (en el videoclip del tema aparece un amigo de Timbaland, al cual le ha producido todos sus álbumes).
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