La historia de Kings Of Leon puede dividirse en tres etapas:
la de sus primeras producciones, en las que sus integrantes (Caleb, Nathan,
Jared y Matthew Followill) se presentaban con un look setentero a-la-Allman Brothers Band; posteriormente, en 2008 hubo una estrategia mucho más comercial
tras el lanzamiento del CD Only By the Night, convirtiéndolos en ídolos de
adolescentes y nuevos reyes del arena-rock, con sus más exitosos sencillos como
jugosos resultados. Después hubo una consolidación con CDs muy acertados (Come
Around Sundown y Mechanical Bull) en lo que agregaron a sus influencias de
boogie y blues el country y el pop. Sus seguidores son bastantes y fieles, por
lo que luego de tres años de ausencia, han lanzado WALLS, un álbum muy esperado
que se ha convertido en su primer número 1 del Billboard Top 200.
Es un disco relativamente de corta duración (apenas 42 minutos), y el más accesible en la
carrera de la banda, quien no logra con esto un suicidio comercial; por el
contrario. Demuestran que los toques pop no tienen nada que ver con lo
complicado de los arreglos y la fuerza de las guitarras, sobre todo en el
sencillo de ritmo frenético Waste A Moment.
Aun con su nueva imagen de colores vivos en la ropa, Caleb Followill
sigue interpretando igual de bien que hace ocho años, en tracks como Reverend (una
balada rítmica perfectamente acoplada en instrumentos) y Find Me, que de
inmediato prende a quien lo escuche. Junto con el productor Markus Dravs
(Mumford & Sons, Florence & The Machine), KOL logran un pasaje dramático
y melancólico en Over, al incorporar un arreglo sombrío que recuerda ciertos
tracks de New Order (no, no de Joy Division), con un efecto muy conmovedor.
La segunda mitad de WALLS es mucho más tranquila, y refleja
el gusto de los Followill por el country rock en sus baladas. Conversation
Piece y Muchacho (sí, en español el título) son muestras de haber escuchado
mucho Tequila Sunrise de The Eagles. Por segunda vez -la anterior fue en Mechanical Bull- los teclados están muy
presentes, y más como un complemento atmosférico que como una experimentación
(quizá cortesía del productor Dravs), por lo que tracks como Wild y la canción
tema del álbum hacen que todo termine con un panorama triste, aunque
esperanzador. Ahora, ¿cuál es la mejor canción? Sin duda Around The World, un alegre rock-pop lleno de percusiones con una letra desenfadada, pero no superficial,
algo a lo que Kings Of Leon nos tiene acostumbrados. Es el tema perfecto para
escucharlo en un transporte, a manera de road-trip.
El arte en la presentación del CD es muy elaborada, y muy probablemente
los puristas de Kings Of Leon (aquellos que prefieren esa época de boogie rock
en la banda) tendrán críticas muy encontradas a WALLS. Pero ese tiempo ya pasó
y los cambios eran inevitables. El grupo ya está en las grandes ligas, junto
con The Killers, Coldplay o MUSE. Los tonos pastel que muestra la portada no
precisamente reflejan una suavidad en el sonido de esta banda de rock, pero sí
que la accesibilidad o lo comercial nunca ha significado malo, si el núcleo del
sonido original permanece intacto. (Nota:
WALLS es un acrónimo de We Are Like Love Songs, que sigue con la costumbre del
grupo de utilizar cinco sílabas en los títulos de sus álbumes).
Nuestro veredicto:
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