Este año el gran Lenny Kravitz regresó con su décimo álbum, Strut, lleno de buenas canciones que compuso durante la filmación de la segunda cinta de la saga de The Hunger Games. Tal parece que esa inspiración dio frutos, porque la música de Kravitz, aunque no descaradamente comercial, adaptó su estilo de una forma fresca a ritmos renovados, aptos para ya dos generaciones de fans. Mucho tiene que ver que el CD fue una producción algo independiente, con lo que su público cautivo también puede estar satisfecho. No, Lenny Kravitz no está acabado, y el single The Chamber es un buen ejemplo de ello.
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