jueves, 20 de mayo de 2010

Ronnie James Dio, R.I.P.


El pasado 16 de mayo murió Ronnie James Dio, víctima de cáncer de estómago, pero dejaré de lado la costumbre de redactar este tipo de notas periodística y mecánicamente. Aunque desde hace unos 18 años le perdí la pista a este singular cantante (estadounidense y no inglés, como muchos creen), debo decir que en mi niñez, durante los años en los que aprendía el rock escuchando muchos discos, quedé impresionado con sus brillantes trabajos tanto con Rainbow (banda que abandonó por desavenencias con el guitarrista Ritchie Blackmore) como con Black Sabbath (¿quién puede olvidar aquel disco, Heaven And Hell, de los ángeles fumando en la portada?) y obviamente su obra como solista, de la cual creo que Holy Diver y The Last In Line son unos álbumes de primera en su estilo. Mucha gente ve a Dio como un tipo de imagen extravagante en el heavy metal, pero lo cierto es que era un hombre muy preparado, que comenzó en el rock and roll y desarrolló una voz inigualable, de gran potencia, además de que como persona era muy sencillo. Visualmente desarrolló un concepto mítico muy a lo Dungeons And Dragons, y junto con Gene Simmons popularizó en el rock el símbolo de los cuernos (blowing horns), presente en el público de cualquier concierto (vean la foto). Nunca es tarde para escuchar alguna de sus canciones o discos, y aquí dejo la grandiosa Mystery, uno de sus mayores hits, que había puesto en este blog anteriormente, y que ahora me sirve como una despedida para el gran Dio. 

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