martes, 28 de abril de 2009

Albumes de los noventas.- THE PRODIGY- The Fat Of The Land (Maverick/Warner, 1997)



Este álbum es verdaderamente increíble, pero no para toos los gustos. Que haya ocupado (sorprendentemente) el primer lugar de la lista de Bilboard a mediados de 1997 es algo que nunca se volverá a ver, sobre todo porque es producto de su tiempo, cuando en la música electrónica se experimentaba con ritmos como el trance, el jungle, el drum n bass y otros. El cuarteto inglés Prodigy (para algunos The Prodigy) ya tenía álbumes en su haber, pero sus vistosos videos (impactantes, agresivos y controversiales) les dieron poco a poco millones de seguidores alrededor del mundo. Mucho tiene que ver la imagen pesadillesca de Keith Flint, rapado, maquillado y con un arete en la nariz. Más que cantar, Flint realmente hablaba en las canciones, y el encargado de las rimas era el negro Maxim Reality, muy enérgico en los conciertos, que alcanzaban dimensiones teatrales.

Todo ello, gracias a las composiciones y arreglos del líder de la banda, Liam Howlett, que créanme, en aquel tiempo era considerado un genio y parte del futuro de la música pop (aclamado hasta por David Bowie). El contenido de The Fat Of The Land bien cumple su cometido: llevar al escucha a un trance particular, en canciones como Smack My Bitch Up, Breathe, Firestarter (los tres hots), Fuel My Fire y Funky Shit. Todos los tracks son distintos entre sí, pero cada uno es brillante, logrando una especie de catarsis sugerente.

Injustamente, con el paso de los años este CD fue olvidado, sobre todo porque fue surgiendo música electrónica de inigualable calidad, pero también con propuestas no tan atrevidas o agresivas. En el fondo, me parece que el propio Howlett fue el culpable, de que el grupo decayera, al tardar demasiado en lanzar una siguiente producción, y cuando lo hizo, no fue acompañado de Reality y Flint, por lo cual el éxito fue muy menor (y unos seis años después). A la distancia resulta casi increíble pensar que los éxitos de The Fat Of The Land eran bailados hasta morir en las fiestas, pero detrás de todo ello había una producción muy precisa, con un mensaje oscuro y feroz, que diez años después sigue sin ser light, y que varios DJs intentan imitar, sin éxito. En pocas palabras, un álbum que sólo pudo darse una vez, por la casualidad de las circunstancias en que fue lanzado.

Tracks:

1.-Smack My Bitch Up

2.-Breathe

3.-Diesel Power

4.-Funky Shit

5.-Serial Thrila

6.-Mindfields

7.-Narayan

8.-Firestarter

9.-Climbatize

10.-Fuel My Fire


Difícil de conseguir: No; obviamente no vas a conseguir la edición original (aunque no es imposible), pero la que obtengas resultará satisfactoria (siempre y cuando sea original).

Presentación: Folleto con los créditos y fotos (no incluye letras).

¿Disponible en LP? Sí, en versión inglesa (muy difícil de conseguir).

¿Qué recordarás al escucharlo? Principalmente la época de los raves -que en contraparte tenían esa efímera fiebre por los rodeos-, además de la moda de esa época en la ropa (elastano en las mujeres y cuero café –de preferencia- en los abrigos de los hombres).






The Prodigy TV on MUZU.

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