En lo particular, nunca me han gustado esos reality shows como The X Factor o Americas Got Talent, porque más que concursos ya pertenecen a una vieja receta para complacer a un monopolio formado por su juez principal (American Idol y The Voice son otra cosa, aunque ya tampoco salen bien librados). Pero en 2010 la joven violinista Lindsey Stirling fue una verdadera revelación en la quinta temporada de Americas Got Talent, y era lógico que su primer CD fuera todo un éxito, ocupando durante muuuchas semanas el Top 200 del Billboard. Al igual que 2 Cellos, Stirling (con su imagen de adolescente rebelde) fusiona el violín clásico con el dubstep, logrando algo irresistible. Podrá parecer pesadillesco para los puristas, pero es, por así decirlo, una innovación desenfadada. De lo mejor en el 2013.
