STREAMING.- Billy Joel: And So It Goes (HBO Max)

Dirigido por Susan Lacy y Jessica Levin. 232 mins. (HBO Max)

Por Julio Cortés

Aunque el furor por los documentales de streaming acerca de la vida de artistas sólo dura una o dos semanas, eso no quita que la producción de algunos sea meticulosa y con un objetivo muy claro. A ese grupo pertenece And So It Goes, sobre la vida del cantante y pianista Billy Joel, cuya carrera en la segunda mitad de los 70s y a lo largo de los 80s fue tan exitosa, que lo colocó como una de las principales estrellas musicales a nivel mundial.

Los grandes fans de Joel disfrutarán al máximo este repaso de su extensa trayectoria, en dos capítulos y con casi cinco horas de duración. Así, se nos muestra la niñez del músico, la difícil relación que tuvo con su padre y sus experiencias como integrante del grupo de rock The Hassles. Posteriormente, con Jon Small -otro miembro de esa banda- formó el dúo Atilla, que lanzó el que para mucho es uno de los peores discos de hard rock de todos los tiempos (aunque el propio Billy es muy duro consigo mismo). Se explica con detalle cómo surgió el romance con su primera esposa Elizabeth Weber (ex pareja de Small), la grabación de su primer álbum en plan solista y cómo firmó un contrato con Artie Ripp, de cuyas cláusulas no se podría liberar hasta 15 años después.

Weber fungió como manager de Billy Joel a lo largo de 10 años -desde 1973, la epóca del álbum Piano Man, hasta The Nylon Curtain- y contribuyó a que se convierta en un ídolo, con buenas canciones y conciertos en inmuebles cada vez con mayor capacidad (alguien extremadamente importante fue Walter Yetnikoff, director de CBS Records en esa época, y muy subestimado por las directoras del documental). Los 80s fueron una etapa mucho más glamorosa para el artista, por entonces casado con la modelo Christie Brinkley; en 1987 se presentó en la entonces Unión Soviética y dos años después obtuvo su último sencillo número 1, We Didn't Start The Fire. Sus años de alcoholismo provocaron conflictos con varios de sus músicos e inclusive con Brinkley, y las canciones ya no fueron tan pegajosas. En 1993 ya era fácil predecir que el disco The River Of Dreams conformaba el principio del fin, en cuanto al éxito de Joel en los charts, en el radio y en el canal de videos MTV.

A partir de ahí, la trayectoria de Billy Joel dio un giro, centrándose en álbumes de éxitos, giras mundiales (como las que hizo con Elton John), otros dos matrimonios y una desintoxicación. Su fortuna ahora se compone de las ganancias por dar conciertos, con llenos absolutos pero en un entorno más bien familiar (si alguna vez hubo algo de transgresión, quedó atrás). Su temperamento no ayudó en el cenit de su carrera, pero ahora el artista luce más relajado, y eso es lo que Lacy y Levin reflejan en este trabajo.

Tras el estreno de And So It Goes (titulado igual que una las baladas más subestimadas del artista, lanzada en 1990) Billy Joel lanzó en las plataformas un "álbum" -a manera de soundtrack- de 155 temas. Fue algo desilusionante, ya que está compuesto por muchos diálogos que se escuchan en el documental junto con canciones en orden cronológico, pero éstas no son representativas de la carrera del músico. Él tiene geniales sencillos que son omitidos en este trabajo, como A Matter of Trust, Pressure, Don't Ask Me Why o You're Only Human (este último, curiosamente, uno que habla del suicidio). Si algo desperdiciaron las directoras fueron las entrevistas de verdaderas leyendas del rock, todos amigos de Billy, como Sting, John Mellencamp, Don Henley, Jackson Browne, Bruce Springsteen y Sir Paul McCartney. Era más interesante escucharlos a ellos relatar sus experiencias con el pianista que las excesivas intervenciones de Elizabeth Weber. Pero bueno, no todo podía ser perfecto.

👍👍👍

(Disponible en HBO Max)   

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