Dirigida por Timo Tjahjanto; con Bob Odenkirk, Sharon Stone, Connie Nielsen, Christopher Lloyd, RZA y Colin Hanks. 89 mins. (Universal Pictures)
Por Julio Cortés
Hace cuatro años se estrenó la película de acción Nobody, un proyecto personal del actor Bob Odenkirk, famoso mundialmente por su trabajo en la serie de televisión Breaking Bad y el spin-off de ésta, Better Call Saul. El éxito del filme fue sorpresivo -realmente nadie lo esperaba-, pero como productor Odenkirk se tomó su tiempo para preparar una secuela, que tuviera varias escenas de violencia y humor, pero también un entorno diferente.
Hutch Mansell (Odenrkirk) continúa pagando su deuda de 30 millones de dólares tras enfrentarse a la mafia rusa, pero después de una plática con “el barbero” (Colin Salmon) decide tomarse unas vacaciones con su esposa Becca (Connie Nielsen) y sus hijos en el parque acuático Wild Bill’s Majestic Midway, en el pueblo de Plumerville. Una serie de altercados provocan que de la noche a la mañana Hutch termine enfrentándose a los matones que trabajan ahí, provocando la furia de la peligrosa criminal Lendina (Sharon Stone), quien prácticamente controla el lugar.
Que te hayas perdido Nobody no hace que no comprendas el argumento de la secuela, Nadie 2 (Nobody 2), y eso es un acierto de los guionistas Derek Kolstad y Aaron Rabin. Con este filme debuta en Hollywood el director indonesio Timo Tjahjanto, experto en películas de acción y horror como May The Devil Take You y The Night Comes For Us, además de sus intervenciones en la saga de películas V/H/S. Cualquiera de esos trabajos puede provocar pesadillas en muchos espectadores, pero aquí muestra, por así decirlo, su lado más pop. El personaje de Odenkirk es una mezcla del de Chevy Chase en Vacation y el de Adam Sandler en Punch Drunk Love, ya que cuando lo provocan, en un primer momento no hace nada, pero después se venga y enfrenta a sus agresores con una fuerza insospechada. En esta aventura pierde parte de un dedo, pero no por eso estoy revelando algo importante de la trama.
Connie Nielsen regresa en el papel de la esposa del protagonista, y es bueno verla alejada de los intensos dramas que ha protagonizado, mostrando así su versatilidad. Pero el principal atractivo de Nadie 2 es la villana, interpretada por Sharon Stone. Al igual que otros íconos de los 90 como Pamela Anderson y Demi Moore, que han regresado en cintas populares, la actriz saca partido a sus intervenciones, mostrándose como una criminal muy atractiva y con ciertos detalles cómicos. Lo que sí resulta muy repetitivo es algo que yo llamaría "el efecto Rambo": un hombre aparentemente normal que resulta ser un ex militar, o ex agente del FBI, o asesino a sueldo, etcétera, experto en combate, muy ágil para su edad y capaz de provocar un caos. Es lo que han hecho en famosos filmes Keanu Reeves, Jason Statham, Liam Neeson y otros actores, sólo que Odenkirk adereza su personaje como alguien un poco arrepentido de sus peleas e interesado en que su esposa no se lo recrimine.
Obviamente, en una película de este tipo los últimos 20 minutos son cruciales y los que pueden salvar la historia, dejando a los espectadores satisfechos (en esas secuencias los personajes de Lloyd y el rapper RZA pasan a ser importantes). Es probable que con el paso del tiempo Nadie 2 sea olvidada por muchos -como pasó con la primera parte-, pero quienes fueron al cine, siendo público casual o no, podrán decir que vieron un filme de la misma línea que otras secuelas, como Kingsman; The Golden Circle y Zombieland: Double Tap, con buenos actores y violencia típica de los estrenos de fin del verano. Recomendable.
👍👍
(Fotografías: Cortesía Universal Pictures)
No hay comentarios:
Publicar un comentario