Hace tres años Robbie Williams presentó dos singles del álbum Take The Crown, y fueron excelentes, pero a partir de ahí vino una debacle en su carerra con producciones olvidables y más bien erráticas. Con otro cambio de disquera, presenta The Heavy Entertainment Show con Sony. Pero el primer sencillo, Party Like A Russian, es una agresiva canción a ritmo de marcha que más bien debería de haberse quedado en un album track (bueno, todos sabemos que Williams sólo ha lanzado una obra maestra; sus otros discos muestran una mitad brillante y la otra plagada de rellenos). Era la gran oportunidad para obtener otro himno pop (o dance), y el cantante la desaprovechó. Debe lanzar lo más rápido posible un segundo single para reponerse, porque una vez más falló.
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